viernes, 27 de noviembre de 2009

Tecnofobia

Ya Platón en Fedro ponía, en la boca de Sócrates, una objeción contra la escritura, argumentando que supondría una desvirtuación y abandono de la memoria personal. A partir de la invención de este registro cultural, inscrito en los papiros o tablillas, sólo nos fiaríamos de los escritos y no de nosotros mismos. Ya no confiaríamos en nuestras facultades, sino que acudiríamos prestos a consultar lo que estaba grabado o escrito, otorgándole un valor superior a cualquier enunciación humana. Cuando apareció la fotografía en 1839, algunas sectas protestantes alemanas condenaron el nuevo invento por ser una osadía herética que intentaba imitar o duplicar lo que Dios había creado. Cuando Edison difundió el fonógrafo en 1877, mucha gente profetizó el fin de la música en vivo de las orquestas. Y cuando apareció el cine, hubo quien clamó al cielo por juntar a hombres y mujeres en una sala oscura con un espectáculo de tanta sugestión. Incluso ante los primeros ferrocarriles, hubo quien predijo que nuestros sistemas perceptivos no estaban preparados para observar el paisaje a tal velocidad y que el vértigo de mirar por las ventanillas de los trenes acarrearía enfermedades mentales.

[Igor Sábada, Cyborg]