En la conocidísima y archicitada película de Stanley Kubrick 2001: Una odisea del espacio (1968), un ordenador inteligente se convierte en el protagonista del filme debido a su instinto asesino y sus malas maneras con los tripulantes de una nave. Ante la amenaza de ser desconectado, usa todo tipo de artimañas y argucias con el fin de intentar deshacerse de los humanos que tomaron la decisión de cortarle la alimentación eléctrica y que tratan de llevarla a cabo. El filme, que es una adaptación de un relato corto (El centinela) escrito por el maestro de la ciencia ficción Arthur C. Clarke, vendría a mostrar los peligros de la inteligencia artificial, de las computadoras que piensan. Dicho ordenador, el de la película, recibía el extraño nombre de HAL9000 (acrónimo del inglés Heuristically programmed ALgorithmic) y era la computadora de a bordo de una nave espacial (Discovery) que enloquecía ante la posibilidad de ser apagada. He aquí a uno de lo ordenadores más célebres de la historia del cine, estrella indiscutible de las pantallas, que tuvo un final trágico: la inteligencia la volvió loca.
[Igor Sábada, Cyborg]