lunes, 30 de noviembre de 2009

Dejar hacer

No tengo nada en contra de los productores, exhibidores y difusores, que en su mayoría hacen un trabajo honesto, sino en contra de los responsables económicos que están más arriba y que han creado una cinematografía mediocre y una televisión basura en casi todo el planeta.
Una gran parte de los espectadores de todo el mundo pertenecemos a la clase media. Hemos recibido una educación secundaria. Muchos de nosotros hemos conocido la universidad. Nuestros padres nos dieron una formación aceptable. Nos enseñaron a comer con tenedor y cuchillo. Hemos podido leer algunos libros importantes. Aspiramos a tener una cierta información cultural. Escuchamos música y leemos los diarios. Tratamos de ser abiertos y tolerantes con los demás... ¿Entonces por qué tenemos que tragarnos montañas y montañas de mierda cuando encendemos la televisión? ¿De dónde ha salido esta legión de presentadores y charlatanes, y de obras banales y violentas, que entran a nuestra casa sin permiso, avasallando toda nuestra intimidad y forma de ser? ¿Qué clase de terrorismo audiovisual nos ha caído encima? ¿En nombre de qué “mayoría” se nos quiere imponer esta calamidad? ¿Por qué no hacemos nada para detener esto?
[Patricio Guzmán, entrevistado por Jorge Ruffinelli]

domingo, 29 de noviembre de 2009

Una escritura de la singularidad interpersonal

Escribir no es contar los recuerdos,los viajes, los amores y los lutos, los sueños y las fantasías (...)

La literatura sigue el camino inverso, y solo se plantea descubriendo bajo las personas aparentes la potencia de un impersonal que no es en absoluto una generalidad, sino una singularidad en el más alto grado (...)

La literatura no empieza más que cuando nace en nosotros una tercera persona que nos despoja de poder decir Yo.

[Gilles Deleuze, Critique et clinique]

sábado, 28 de noviembre de 2009

Tokio, Islandia.

Una de las mitologías que más ha atraído a los japoneses y sobre todo a los mangakas es la escandinava o nórdica, que está compuesta por conjunto de relatos que explicaban el origen del mundo y que se transmitían oralmente. Buena parte de estos relatos fueron recopilados posteriormente y los documentos más fiables que se conservan son los Eddas, que se escribieron en Islandia durante la Edad Media.
El Panteón nórdico, dirigido por Odín (padre de las walkirias) cuenta con Easir (divinidades masculinas) y Asinjur (deidades femeninas). Los dioses, en general, eran bastante guerreros. También existían los Vanir (que eran divinidades relacionadas con los fenómenos de la naturaleza), los Jotun (gigantes) y diferentes seres míticos como elfos, animales gigantes y enanos.
Varios manga coquetean con esta mitología en sus tramas. Uno de ellos es Saint Seya (Los caballeros del zodíaco), cuyos personajes se inspiran claramente en los del panteón nórdico. Pero seguramente se trata de la obra más ecléctica en cuanto a deidades se refiere, ya que también tiene referencias a los dioses greco-romanos, al budismo e, incluso, al cristianismo (que está presente en una lucha contra Lucifer).

viernes, 27 de noviembre de 2009

Tecnofobia

Ya Platón en Fedro ponía, en la boca de Sócrates, una objeción contra la escritura, argumentando que supondría una desvirtuación y abandono de la memoria personal. A partir de la invención de este registro cultural, inscrito en los papiros o tablillas, sólo nos fiaríamos de los escritos y no de nosotros mismos. Ya no confiaríamos en nuestras facultades, sino que acudiríamos prestos a consultar lo que estaba grabado o escrito, otorgándole un valor superior a cualquier enunciación humana. Cuando apareció la fotografía en 1839, algunas sectas protestantes alemanas condenaron el nuevo invento por ser una osadía herética que intentaba imitar o duplicar lo que Dios había creado. Cuando Edison difundió el fonógrafo en 1877, mucha gente profetizó el fin de la música en vivo de las orquestas. Y cuando apareció el cine, hubo quien clamó al cielo por juntar a hombres y mujeres en una sala oscura con un espectáculo de tanta sugestión. Incluso ante los primeros ferrocarriles, hubo quien predijo que nuestros sistemas perceptivos no estaban preparados para observar el paisaje a tal velocidad y que el vértigo de mirar por las ventanillas de los trenes acarrearía enfermedades mentales.

[Igor Sábada, Cyborg]

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Una rubia sin sujetador



"Una rubia sin sujetador seguida por un detective con miedo al vacío serán quienes aportarán la prueba de que todo eso es el cine. Dicho de otra manera, la infancia del arte."
Jean Luc Godard. Histoire(s) du cinéma. 4a. El control del universo



martes, 24 de noviembre de 2009

lunes, 23 de noviembre de 2009

La obra más hermosa

Un día, un rey puso a dos pintores a competir, pidiéndoles que crearan el cuadro más bello que pudiera existir. Los dos artistas trabajaron en la misma estancia. Un cortina les separaba. Uno de ellos pintó un cuadro maravilloso mientras que el otro empleó su tiempo en pulir la pared con infinito cuidado.

Cuando el rey vino a ver el resultado, abrieron la cortina y, en un lado, vio el magnífico cuadro creado por el primer pintor y, en la pared opuesta, descubrió el reflejo del cuadro que era más hermoso que el original.

Esta historia la cuenta Ma Ananda Moyi. Podría parecer sospechosa en la medida en que el reflejo podría ser un robo de todo el trabajo que se tomó el primer pintor para realizar una obra magnífica.

Ma Ananda Moyi respondió a la persona que expuso esta reserva:

-Tú eres el discípulo. Has pulido la pared. Pero es el maestro, el gurú, el que ha pintado el cuadro, el que se ha tornado la molestia de hacer el trabajo.

Alguien te enseña algo, pinta el cuadro con aplicación para ti. Mientras él te enseña, tú lo asimilas, te dedicas a pulir tu pared.

[Alejandro Jodorowsky, La sabiduría de los cuentos]

domingo, 22 de noviembre de 2009

¿Qué comes?

La primera vez que oí el consejo de “comer sólo comida” fue en un discurso de Joan Gussow, y me desconcertó totalmente. Claro que hay que comer comida - ¿acaso existe algo más? Pero Gussow, que planta la mayor parte de sus alimentos en una franja de tierra de aluvión que se adentra en el río Hudson, se niega a dignificar la mayoría de los productos a la venta en los supermercados con ese nombre. “En los treinta y cuatro años que llevo trabajando en el campo de la nutrición” dijo en el mismo discurso, “he visto como la comida real desaparecía de grandes áreas de los supermercados y de buena parte del resto del mundo de la comida”. Tomando el lugar de la comida en las estanterías un torrente inacabable de sustancias alimentarias lo han suplantado, unos diecisiete mil nuevos cada año, “productos construidos principalmente alrededor del comercio y la esperanza, con un apoyo terroríficamente escaso de conocimiento real”. La comida normal sigue ahí fuera, sin embargo, cultivada y ocasionalmente aún vendida en el supermercado, y esa comida normal es la que debiéramos consumir.

[Michael Pollan, In defense of food]

viernes, 20 de noviembre de 2009

Why do women exist?

Jean Renoir estaba convencido de que siempre había hecho la misma película, de manera que había que entender toda su filmografía como un único largometraje eternamente inacabado en el que secuencias, diálogos y movimientos de cámara podían intercambiarse sin modificar sustancialmente el resultado fina!. Renoir trabajó sobre una base conceptual -la búsqueda de la verdad- que sometía a ligeras variaciones película a película. No importaba ni el género ni los actores: la música sonaba distinta pero la emoción que despertaba quedaba intacta. La teoría del director de La gran ilusión (La grande illusion, 1937) se ajusta como un guante a las intenciones de Johann Sebastian Bach cuando compuso las célebres Variaciones Goldberg, que tomaban como base la melodía de un Aria para desplegar sobre sus notas treinta variaciones, todas de forma binaria, que no sólo exigían un intérprete virtuoso en el clavicémbalo sino también ofrecían un generoso recorrido por todos los estilos musicales, desde el más intimista y nocturno hasta el más festivo y resplandeciente. Bach explotó todas las variantes compositivas de una idea musical para demostrar la infinitud de un lenguaje que tenía tanto que ver con la perfección de las matemáticas como con la imperfección de las bellas artes. Y todas las variaciones partían de una sola melodía, de la que nacían, reinventadas, mil melodías capaces de evocar y despertar las más variopintas sensaciones.

Hay un cineasta norteamericano que no toca el clavicémbalo pero que ha seguido a rajatabla las enseñanzas de Bach. Porque Hal Hartley (Islip, Nueva York, 1959) no dirige, compone. Sus películas son canciones extrañas, que parecen cantadas por primera vez. Son, en realidad, una sola canción que trata una cantidad infinita de temas, todos relacionados con el deseo que mueve el mundo y lo desbarata y lo ordena hasta hacerlo tan incomprensible y hermoso como ese momento en el que, por fin, nos enamoramos. El sheriff filósofo de Simple Men dice: "Queréis confianza, seguridad, compromiso, garantías, promesas, esperanza, consideración, sinceridad, altruismo, intimidad, atracción, amabilidad, comprensión con o sin palabras, dependencia sin resentimiento, afecto, aceptación, poseer, perder". Eso es, justo, lo que queremos: amor sin colorantes. Eso es lo que quieren los personajes de Hartley, y eso es lo que él quiere y demuestra: amor sin reservas a un espectador que sólo imagina, amor a una manera de ver el mundo que se resume en un abrazo o un milagro.

[Sergi Sánchez, Las variaciones Hartley]

jueves, 19 de noviembre de 2009

miércoles, 18 de noviembre de 2009

¿En qué mundo vives?

Detrás del mundo en que vivimos, en un fondo lejano, hay otro mundo que guarda con el real una relación similar a la que existe entre la escena teatral y la escena de la realidad, barruntada a través del arte escénico. Mediante una sutil niebla contemplamos aquel mundo nebuloso, más tenue, más etéreo y de calidades muy diversas a las de este mundo real. Muchos hombres que corporalmente viven en este mundo de la realidad no pertenecen, sin embargo, a él, sino a aquel otro lejano. El hecho de que se pierdan en la lejanía y desaparezcan casi por completo de la escena real puede explicarse tanto por razones de salud como por razones de enfermedad. Esta última era la explicación del caso de nuestro hombre, a quien, paradójicamente, llegué a conocer sin conocerlo todavía.
(...)

[Sören Kierkegaard, Diario de un seductor]

lunes, 16 de noviembre de 2009

El derrumbe de las ideologías

Si todo nos da igual, si no pretendemos ir a sitio alguno, tampoco tendremos necesidad de orientarnos. Pero si tratamos de vivir lo mejor posible, requeriremos una orientación global, una brújula que nos señale la buena vida que buscamos y un mapa del mundo cuyos caminos transitamos. Esta orientación vital ha solido ser proporcionada en el pasado por las religiones y (más recientemente) por las ideologías políticas, tanto en el caso de los grandes movimientos de masas, como el cristianismo, el islam, el nacionalismo o el comunismo, como en el de las pequeñas sectas y las facciones marginales.

La religión ha pretendido orientarnos acerca de cómo es la realidad en su conjunto y acerca de cómo vivir lo mejor posible, pero en la mayor parte de los casos sus orientaciones han sido formas de autoengaño. Como sabía Marx, la religión proporciona consuelos ilusorios a una vida infeliz. La sabiduría filosófica, por el contrario, consistiría en saber vivir realmente bien, de un modo lúcido y con los ojos abiertos. La filosofía es un intento de religión racional, lo que incluye la búsqueda de una cosmovisión intelectualmente honesta, que tenga en cuenta y evalúe críticamente los resultados de la ciencia. La filosofía es un intento de buena vida basado en la verdad y en el conocimiento más objetivo posible de la realidad.

La situación cultural de nuestra época se caracteriza por el estrepitoso fracaso de todas las religiones e ideologías como guías de nuestra manera de pensar y de vivir. El derrumbe de estos viejos idearios nos ha dejado como náufragos intelectuales en un mar sin puntos de referencia. Nunca en el pasado los humanes (es decir, los seres humanos, hombres o mujeres) habíamos sido tan libres, ni habíamos estado tan bien informados como ahora. Y, sin embargo, nuestro desasosiego y desorientación son obvios, así como nuestra carencia de respuestas claras y soluciones compartidas a los problemas de nuestro tiempo, tanto personales como ecológicos y políticos.

El humán actual, radicalmente desorientado, dejado huérfano y a la intemperie por el descalabro de religiones e ideologías, y confrontado a retos inéditos y acuciantes, requiere una brújula intelectual, una cosmovisión, una filosofía a la altura de nuestro tiempo. Y la busca, pero no la encuentra, pues la filosofía que necesitamos está aún por hacer.

[Jesús Mosterín, Ciencia viva]

domingo, 15 de noviembre de 2009

sábado, 14 de noviembre de 2009

Negima!

En 1968 nacieron Alejandro Sanz, Su Alteza Real el Príncipe de Asturias y Ken Akamatsu. Después de su gran éxito con Love Hina, un harem manga en el que un sólo protagonista masculino era el centro gravitatorio de un universo femenino, Akamatsu repitió fórmula y aclamaciones con la serie Negima! Magister Negi Magi, que, casi descaradamente, se inspira en el boom cinematográfico de la saga de Harry Potter, pues el protagonista en esta ocasión es un niño de 10 años con gafitas llamado a ser el futuro maestro de las artes mágicas.
El autor se supera sí mismo en esta ocasión, pues si en su obra anterior manejaba hasta 7 u 8 personajes femeninos a la vez, aquí se atreve hasta con 30, todas alumnas del jovencísimo profesor, con lo que las situaciones en las que se atisban pechos, bragas y posaderas aumenta exponencialmente.
Además la serie incorpora los combates épicos como elemento extra que no tenía Love Hina, dando como resultado un manga de artes marciales, magia, aventura, cómico y lleno de fanservice que está haciendo las delicias de los aficionados.

viernes, 13 de noviembre de 2009

jueves, 12 de noviembre de 2009

El triunfo de Hitchcock

"Podemos olvidarnos porqué estos dos personajes hacen ese pacto tan raro... pero lo que no podemos olvidar es el brillo del encendedor olvidado por uno de ellos, que condensa siniestramente, en una imagen singular, todo el sentido perdido por nuestra memoria pero retenido por esa percepción...
Hitchcock triunfa porque construye su film de tal manera que no podemos olvidarnos de eso, de esa "cosa" que es la Cosa, el índice mismo de lo "real", aunque olvidemos todo lo demás...
Otros pretenden que retengamos la totalidad sin que importen los detalles.
Esto es no tener en cuenta la singularidad irreductible a partir de la cual se construye la imposible totalidad que nunca llegará.
Ese empezar por la totalidad y después ajustar lo singular es lo que constituyó el fracaso de Napoleón, de Julio César, de Hitler, de Stalin... y el triunfo de Hitchcock."
[Eduardo Gruner, J.L.G. El pensamiento del cine]

miércoles, 11 de noviembre de 2009

La Bruni

Juegos de guerra

En noviembre de 1979, el super ordenador NORAD, a cargo de las rampas de lanzamiento de los misiles nucleares, por poco no precipita un conflicto mundial. De improviso, el artefacto informó al comando de la Defensa de la aproximación de misiles soviéticos, sin embargo, un chequeo de emergencia de los radares no detectó cohete alguno en sus pantallas. Posteriormente se descubrió que la crisis la había provocado una cinta de un “juego de guerra” introducida accidentalmente en NORAD.

En la película (War games, John Badham, 1983), el fallo lo provoca un hacker adolescente, David, que confunde el programa termonuclear global del Pentágono con un videojuego y ordena al superordenador Joshua preparar el contraataque contra una imaginaria agresión soviética. Cuando David se da cuenta del error cometido, busca desesperado el auxilio del Dr Falken, el inventor de Joshua y del software de los misiles y la única persona capaz de desactivarlo. Falken vive retirado del mundo, destrozado por la muerte accidental de su hijo Joshua, en cuyo homenaje bautizó al ordenador, convertido en sosias simbólico del joven ausente. Informado de lo ocurrido, abandonará su ostracismo para devolver el ordenador al redil. El arreglo del malentendido informático en el último minuto restaura la “tranquilidad” inicial; todo ha sido una falsa alarma. La reflexión final la pone Joshua, cuando, tras ver desactivado su programa termonuclear, dice de la estrategia oficial: "Extraño juego éste en el que la única jugada ganadora consiste en no jugar”.

[Pablo Francescutti, La pantalla profética]

domingo, 8 de noviembre de 2009

Brecht / A los hombres futuros


I
Verdaderamente, vivo en tiempos sombríos.
Es insensata la palabra ingenua. Una frente lisa
revela insensibilidad. El que ríe
es que no ha oído aún la noticia terrible,
aún no le ha llegado.

¡Qué tiempos éstos en que
hablar sobre árboles es casi un crimen
porque supone callar sobre tantas alevosías!
Ese hombre que va tranquilamente por la calle
¿lo encontrarán sus amigos
cuando lo necesiten?

Es cierto que aún me gano la vida
Pero, creedme. es pura casualidad. Nada
de lo que hago me da derecho a hartarme.
Por casualidad me he librado. (Si mi suerte acabara,
[estaría perdido).
Me dicen: «¡Come y bebe! ¡Goza de lo que tienes!»
Pero ¿cómo puedo comer y beber
si al hambriento le quito lo que como
y mi vaso de agua le hace falta al sediento?
Y, sin embargo, como y bebo.

Me gustaría ser sabio también.
Los viejos libros explican la sabiduría:
apartarse de las luchas del mundo y transcurrir
sin inquietudes nuestro breve tiempo.
Librarse de la violencia.
dar bien por mal,
no satisfacer los deseos y hasta
olvidarlos: tal es la sabiduría.
Pero yo no puedo hacer nada de esto:
verdaderamente, vivo en tiempos sombríos.

II

Llegué a las ciudades en tiempos del desorden,
cuando el hambre reinaba.
Me mezclé entre los hombres en tiempos de rebeldía
y me rebelé con ellos.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.
Mi pan lo comí entre batalla y batalla.
Entre los asesinos dormí.
Hice el amor sin prestarle atención
y contemplé la naturaleza con impaciencia.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.

En mis tiempos, las calles desembocaban en pantanos.
La palabra me traicionaba al verdugo.
Poco podía yo. Y los poderosos
se sentían más tranquilos, sin mí. Lo sabía.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.

Escasas eran las fuerzas. La meta
estaba muy lejos aún.
Ya se podía ver claramente, aunque para mí
fuera casi inalcanzable.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.

III

Vosotros, que surgiréis del marasmo
en el que nosotros nos hemos hundido,
cuando habléis de nuestras debilidades,
pensad también en los tiempos sombríos
de los que os habéis escapado.

Cambiábamos de país como de zapatos
a través de las guerras de clases, y nos desesperábamos
donde sólo había injusticia y nadie se alzaba contra ella.
Y, sin embargo, sabíamos
que también el odio contra la bajeza
desfigura la cara.
También la ira contra la injusticia
pone ronca la voz. Desgraciadamente, nosotros,
que queríamos preparar el camino para la amabilidad
no pudimos ser amables.
Pero vosotros, cuando lleguen los tiempos
en que el hombre sea amigo del hombre,
pensad en nosotros
con indulgencia.

Bertolt Brecht
A los hombre futuros
de Poesías escritas durante el exilio

viernes, 6 de noviembre de 2009

Locura

En la conocidísima y archicitada película de Stanley Kubrick 2001: Una odisea del espacio (1968), un ordenador inteligente se convierte en el protagonista del filme debido a su instinto asesino y sus malas maneras con los tripulantes de una nave. Ante la amenaza de ser desconectado, usa todo tipo de artimañas y argucias con el fin de intentar deshacerse de los humanos que tomaron la decisión de cortarle la alimentación eléctrica y que tratan de llevarla a cabo. El filme, que es una adaptación de un relato corto (El centinela) escrito por el maestro de la ciencia ficción Arthur C. Clarke, vendría a mostrar los peligros de la inteligencia artificial, de las computadoras que piensan. Dicho ordenador, el de la película, recibía el extraño nombre de HAL9000 (acrónimo del inglés Heuristically programmed ALgorithmic) y era la computadora de a bordo de una nave espacial (Discovery) que enloquecía ante la posibilidad de ser apagada. He aquí a uno de lo ordenadores más célebres de la historia del cine, estrella indiscutible de las pantallas, que tuvo un final trágico: la inteligencia la volvió loca.

[Igor Sábada, Cyborg]

¿Qué es un trailer? (1)

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Lévi-Strauss y la cocina

En su libro de 1964 Lo crudo y lo cocido Lévi-Strauss exploró las relaciones entre naturaleza y cultura al nivel culinario – es decir, la forma en que el mito describe y resuelve la evolución de las leyes y técnicas culinarias, y la transformación de la cocina en un proceso cultural – a través del estudio del mito. El acto culinario es percibido por Lévi-Strauss como una categoría anómala, dado que la cocina cruza constantemente los límites entre las categorías de naturaleza y cultura.

De este modo, el cocinero es un agente cultural que une el producto crudo con el consumidor humano. Su papel es asegurar que lo natural se convierte en cocido y soporta un proceso de socialización. El análisis de los mitos relacionados con la comida y la cocina se basa en tres premisas.
1. La cocina es un lenguaje, y como todo lenguaje, tiene una estructura constituida por oposiciones binarias;
2. La cocina está estructurada por el triángulo culinario: crudo/cocido/podrido – una tríada que lleva implícita una doble oposición entre naturaleza/cultura y elaborado/no elaborado;
3. A la práctica, este triángulo abstracto está lleno de pares opuestos, como asado/hervido, que se corresponden con el par crudo/podrido.

La categoría de lo crudo forma la base de dos niveles básicos: la comida cocinada, que es la transformación cultural de la cruda; y la comida podrida, que es su transformación natural. Éste es el triángulo básico, en relación al cual surgen estadios intermedios, como la cocción en agua o la cocción en fuego. La cocina asociada al aire nos lleva al asado o al ahumado, mientras que el uso del agua comporta el hervido. Ambas categorías se derivan de la cocina, es decir, de la cultura, pero el asado deja el tejido interno de la carne relativamente crudo y puede cocerse directamente sobre la llama desprotegida, y, así, se mantiene más cercano al polo natural; mientras que el hervido, que soporta una cocción total, está más cercano al lado de la cultura.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Finish '92

El 12 de enero de 1992 entró en funcionamiento HAL, el ordenador malvado de la célebre película de Stanley Kubrick 2001, una odisea del espacio. Ese mismo año se estrenó en el mercado Mortal Kombat, un videojuego de lucha que con su éxito marcaría el futuro de este tipo de juegos. Con escenarios y personajes casi fotográficos (los luchadores estaban creados partiendo de la digitalización de imágenes de actores de carne y hueso), el Mortal Kombat se caracterizaba sobre todo por su gran realismo y por su extrema violencia, que causaría una gran controversia, como suele ocurrir en el sector del ocio orientado hacia menores de edad. La “finalización” de los enemigos, en caso de hacerse con la combinación de movimientos adecuada, incluía escenas como la de un combatiente arrancándole la cabeza a su rival, con espina dorsal incorporada. En alguna de las versiones del juego, como la de Nintendo, se eliminó la aparición de sangre, como parte de una política conocida como “Family Friendly”, destinada a hacer los juegos aptos para toda la familia. El final del juego original incluía una presentación de todos los actores que se encargaron de representar a los luchadores. La saga de Mortal Kombat cuenta con casi veinte títulos, el último de los cuales apareció en 2008 para las consolas de nueva generación, en un croossover que enfrentaba a los personajes del videojuego con los del universo de DC Comics (editorial que edita títulos protagonizados por superhéroes clásicos como Batman, Superman o Green Lantern, que aparecen en el juego). El modelo de crossover (mezclar dos “universos” diferentes de personajes) fue empleado con anterioridad en la saga de Street Fighter, en este caso con los súper héroes de Marvel Comics, con la aparición de personajes tan populares como el Capitán América, Lobezno o el increíble Hulk. Tanto Mortal Kombat como Street Fighter cuentan también con versiones cinematográficas de muy dudosa calidad, pero relativo éxito (ambas tienen secuelas, incluida la última de Street Fighter, estrenada en 2009).

Un día