Tres hombres discutían acerca del momento exacto en que da comienzo la vida.
-Es en el preciso instante- dijo el católico- en que la semilla del padre fecunda el óvulo materno.
-No estoy de acuerdo- dijo el protestante. La vida comienza en el momento de nacer. No hay ninguna duda.
-No tenéis ni idea- dijo entonces el judío. Cuando los hijos se van y el perro ha muerto, entonces empieza la vida, y ni un segundo antes.
[Jean-Claude Carrière, El círculo de los mentirosos]