La naturaleza insólita de mi inspiración, bajo cuyo influjo yo, el más desdichado y el más dichoso de los seres, debo ir a acostarme a las dos de la madrugada (tal vez perdure, si consigo soportar su idea, porque es más elevada que todas las que conocí anteriormente), es tal que puedo todo, no sólo lo que se refiere a una obra determinada. Cuando escribo arbitrariamente una frase como ésta: "Miro por la ventana", ya es perfecta.
[Franz Kafka, Diarios]