jueves, 24 de septiembre de 2009

¿Humano o divino?

Una de las características de las religiones sincréticas en Japón y China fue considerar que el emperador era de origen divino. Esta creencia en Japón duró hasta el final de la II Guerra Mundial, cuando el emperador Hirohito, obligado por las fuerzas aliadas, tuvo que reconocer que era humano y no un dios.