viernes, 15 de julio de 2011

Cielos

La asociación entre alienígenas y cristianismo la refuerza el parentesco de las andanzas de Klaatu (el alienígena de Ultimátum a la Tierra, Robert Wise, 1951) con la pasión de Cristo: un enviado del cielo de semblanza humana baja a la Tierra con un mensaje de paz y adopta el nombre de Carpenter (“carpinteroen inglés); no es escuchado ni reconocido por los hombres, pese a practicar un milagro; muere a manos de los soldados y poco después resucita. Culmina su apostolado terrenal con un sermón donde se alternan promesas y amenazas, y, a continuación, sube al cielo, dejando a los mortales escoger entre la salvación o la condenación. Las alusiones religiosas resultaban tan flagrantes que la Brenn Censorship Office –el organismo encargado de velar por la corrección ideológicade los filmes de Hollywood- objetó la resurrección de Klaatu argumentando que únicamente Dios podía hacer cosas semejantes. Hubo de corregirse el guión y dejar claro que se trataba de un regreso pasajero a la vida.

[Pablo Francescutti, La pantalla profética]